Sociedad

Todos los días en los noticieros podemos observar como miles de familias peruanas hacen extensos esfuerzos para hospitalizar a sus familiares quienes contrajeron el virus de covid-19. Desde conseguir camillas, balones de oxígeno o simplemente recibir atención médica, son solo alguna de las necesidades que requieren hoy más que nunca y los centros de salud como los hospitales nacionales y las clínicas privadas no pueden atenderlas.
Es de conocimiento público que, desde hace más de una década, la capacidad de los hospitales del Estado y EsSalud llegó a su límite para atender a todos sus asegurados. Por ello, ambos sistemas de seguros realizaron contratos con varias clínicas del país para derivar sus pacientes y cubrir sus terapias en sus instalaciones. Sin embargo, los servicios que cubren estos centros de salud privados incluyen altas tarifas que superan el presupuesto anual del SIS (Seguro Integral de Salud).
Ahora, en el marco de una pandemia a nivel global, esta deficiencia trajo consigo un inminente colapso del sistema de salud en todo nuestro país. Los más afectados, nuevamente los ciudadanos que no cuentan con la suficiente solvencia económica como asegurados y no asegurados. Donde muchos de los ciudadanos que contaban con seguro fueron derivados a las clínicas para que recibieran tratamientos y salvaran sus vidas, pero a cambio de una factura con precios exorbitantes que los enfermos tuvieron que asumir para no dejar de ser atendidos.
La aparición del covid-19 dejó en evidencia un grave problema que ya existía. La ausencia de una entidad pública que fiscalice los criterios que usan las clínicas para establecer el valor de sus servicios. Actualmente, SUSALUD (Superintendencia Nacional de Salud), solo supervisa la calidad de atención en sus usuarios, más no vigila cómo estructuran sus tarifas.
Así mismo, los hospitales nacionales como 2 de Mayo, Hipólito Unanue, Sergio Benarles y el nuevo Hospital de Ate, no cuentan con el abastecimiento médico necesario. A ello se suma la inflación de los productos farmacéuticos que agudizan más esta problemática trayendo consigo escasez y desabastecimiento.

 

Propuesta ciudadana

Desde el inicio de la pandemia solo han sido pocos los centros de salud que mantuvieron sus precios de siempre. Así mismo, el compromiso con los ciudadanos en esta circunstancia debe ser mucho más fuerte. Se requiere mayores centros de salud que prevalezcan la atención de los peruanos por encima de sus intereses.