Cuando estamos embarazadas queremos ver a nuestro bebé en todo momento. La ecografía nos ayuda a observar cada uno de sus rasgos.
La ecografía 3D se puede realizar entre las 20 y 24 semanas de gestación. Nos permite visualizar al feto y a su entorno, pues indica la existencia de posibles marcadores de cromosomopatías y anomalías morfológicas fetales, pero no problemas congénitos.
En esta etapa, se puede medir el aumento o disminución del líquido amniótico. El examen demora de 20 a 30 minutos. ¿Pero qué se diagnóstica y con qué precisión?
- La orientación o posición del bebé.
- La espina dorsal y la pared abdominal de tu bebé.
- El tamaño, peso y apariencia general de tu bebé.
- Si el tamaño de tu bebé coincide con tu estado gestacional.
- La posición de la placenta, el cordón umbilical y la cantidad de líquido amniótico.
- En caso de que la placenta tenga una posición baja, puede recomendarse realizar una ecografía en la semana 30.
- El cerebro, el corazón, los pulmones, el estómago, el esófago, los riñones y la anatomía general de tu bebé.
- Las extremidades, los dedos de las manos y los pies (conteo), la apariencia facial y los labios / paladar.
Para saber más información sobre los tratamientos y consultas visita https://drservan.com/local-central/ y te orientaremos en todo.