El hemograma es un examen de sangre que permite realizar un recuento sanguíneo de las tres células principales: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
Con un conteo de este tipo de células es posible confirmar el diagnóstico de algunas enfermedades, según si estas células están sobre o bajo el rango normal. También permite detectar respuestas adversas a diferentes tratamientos.
Considerando que cada una de estas células tiene funciones determinadas, el déficit o exceso de éstas puede ser indicador de diferentes condiciones, infecciones o patologías.
Glóbulos blancos o leucocitos: ayudan al organismo en el combate de infecciones. Cuando existe una anormalidad en el recuento de estas células, es posible que la persona tenga alguna infección o sea portadora de un virus.
Glóbulos rojos: para conocer la cantidad de glóbulos rojos se mide la hemoglobina. Estas células transportan el oxígeno a través de la sangre a todo el organismo. Si la hemoglobina está bajo el rango normal, es posible que la persona padezca anemia. Leer más sobre Glóbulos Rojos.
Plaquetas: son fundamentales para la coagulación y la prevención de hemorragias. Por lo tanto, si están bajo la curva recomendada, es posible que sea la causa de distintos episodios de hemorragia o moretones frecuentes.
La cantidad que se considera normal en los diferentes tipos de células, varía dependiendo de si la persona es hombre o mujer y la edad.